Los que nos conocen en La Cocotte saben que, aparte de la comida, no hay cosa que nos guste más que un buen palique!  Y sobre todo si el tema es de comida.  Con eso en mente, pensamos compartir con ustedes algunas de nuestras recetas favoritas.

Hoy empezamos con la primera receta de la colección que yo llamo Las Recetas de Mi Padre.   Estoy muy orgullosa de mi padre (como tiene que ser) y me gusta presumir de él de manera que él nunca hace.  Imagínense lo difícil que era ganarse una estrella Michelín fuera de Francia en los años ’70 …. añádale a eso que el restaurante de mis padres estaba en el medio de la nada, en una ciudad pequeña en las afueras de Liverpool, y después para colmo, que mi padre era un extranjero de una isla pa’ ya pa’ ya!  Pues mi padre junto con mi madre lo consiguió y ahora yo me he puesto como objetivo sacarle esas recetas tan buenas que les llevaron al éxito.

 

Para inaugurar Las Recetas de Mi Padre, empiezo con un plato muy tradicional que lleva años en los menús de los restaurantes franceses y sigue siendo el plato favorito de muchos de los que les gusta comer bien: el Coq au Vin o en Canario…Pollo al Vino Tinto.

Recuerdo muy bien la primera vez que preparé este plato.  Fue para la segunda cena que organicé en casa para invitados.  La primera había sido un desastre total. Tenía veintipocos años y era la primera vez que invitaba amigos a mi casa y tenía demasiado orgullo como para llamar a mi padre y pedirle consejos.  De testaruda lo quise hacer todo sola y sin ayuda. A mala hora… los invitados en el salón, la cocina patas arriba y yo cortando ingredientes en el suelo, sudando como un pollo.

¡Qué horror!  ¡Qué estrés!

Lo pasé fatal, los invitados pasaron hambre y más o menos no se me vio el pelo en toda la noche.  Tuve el valor (o la estupidez) de volver a intentarlo pero esta vez sí que acudí a Papá! Me sugirió que si quería estar tranquila y tenerlo todo preparado para poder estar con mis amigos, tenía que servir algo que se pudiese preparar por adelantado y recalentar antes de servir y la verdad es que es un consejo que sigo hasta el día de hoy.  La cena salió muy bien, la comida “gourmet total” y yo, con el tiempo que me sobró, peinada de la pelu’¡!

De allí salió mi relación con el Coq au Vin.  No sólo está cargadísimo de unos sabores profundos y riquísimos, si no que también lo puedes preparar por la mañana o incluso la noche anterior.  Aquí les dejo la receta.  Me pueden contactar por el blog con cualquier pregunta o para contarnos como les salió. Y de verdad me encantaría que compartieran aquí cualquier desastre que hayan tenido a la hora de preparar una cena en casa.  Compartan, compartan, que así nos pasamos un momento de diversión que siempre viene bien.  ¡Gracias!

Y ya por último, si les gusta la pinta y la idea del plato, pero están muy liados, no duden en hacernos el pedido que te lo preparamos con mucho placer y nada de estrés!